La mayoría de los clientes sabe hacia dónde dirigirse. La habitualidad de la compra ha generado incluso un trato de cierta cercanía con el vendedor que, por lo general, se ubica al final de la feria para ofrecer el producto. Otros comerciantes simplemente lo hacen desde su puesto establecido.
De esta manera se lleva a cabo la venta ilegal de cigarros en 198 de las 336 ferias formales –que cuentan con la autorización de su respectiva municipalidad- que funcionan en la Región Metropolitana; lo que equivale al 59% de ellas.
Así lo estableció un estudio realizado durante dos meses por la empresa ALTO, la cual concentra el 80% de la industria del retail y supermercados. «El contrabando es uno de los mayores problemas que sufre el comercio formal, enfrentando una situación de desventaja y competencia desleal frente al mercado negro», indicó Eduardo Hernández, gerente legal de ALTO, además de tildar las cifras como «preocupantes», «ya que los datos hablan de una tendencia al alza».
De acuerdo al catastro realizado por ALTO en terreno, 22 de de las 35 ferias analizadas en Puente Alto presentaron venta ilícita (63%). En Maipú se identificó el comercio en 11 de las 20 ferias, mientras que en La Florida la situación fue en 9 de las 30 existentes. En las comunas de El Bosque y Quilicura se pudo constatar que en el 100% de sus ferias existe la venta ilegal de cigarros -14 y 12 ferias respectivamente-.
El estudio de ALTO concluye señalando que, ante la presencia de la policía, los vendedores retiran rápida y fácilmente las cajetillas en una bolsa que tienen para su transporte. Se alejan por unos minutos y luego vuelven. También, esconden la mercancía en algunos puestos establecidos, donde los vendedores ocultan los cigarrillos con telas, paños o cajas de otros productos.
Fuente: Emol.com