De acuerdo a un estudio realizado durante dos meses por la empresa ALTO, el comercio ambulante se ubica en los sectores más representativos de la RM a cualquier hora del día y todos los días de la semana. Los principales focos críticos en el comercio ilícito de cigarrillos son los siguientes:
Barrio Meiggs (Estación Central)
Alameda (Estación Central)
Paseo Las Delicias (Santiago)
Paseo Huérfanos (Santiago)
Patronato (Recoleta)
Plaza Puente Alto (Puente Alto)
Sector Santo Tomás (La Pintana)
Según el catastro realizado por ALTO en terreno, en promedio se venden 500 cajetillas de cigarrillos diarias en estos focos con 12 vendedores dentro de cada sector.
Modus operandi
Algunas ventas se producen a orillas de las calles y son destinadas a los compradores que van en vehículos particulares o de transporte (mayormente taxis). Ésta es por lo general en cartones, a diferencia de las otras que pueden ser cajetillas.
Otros vendedores esconden las bolsas de cigarrillos (en alcantarillas o paraderos), se ocultan en calles aledañas al sector o ingresan a tiendas cercanas para desviar la atención. Cambian sus vestimentas para hacer más difícil su captura.
Tambien existe el modo de “abastecimiento”, el cual se realiza a través de una persona encargada de todos los puestos de ventas, quien posee el stock oculto en un auto estacionado en alguna calle aledaña al sector, pero fuera de la vista de los demás y son los mismos vendedores quienes se acercan a él para abastecerse de nuevo.
El estudio de ALTO concluye que, en general, los vendedores ambulantes tienen experiencia en el comercio e incentivan a comprar. No temen en enfrentar a funcionarios policiales y/o cualquier persona que se entrometa en su negocio. Poseen un máximo de 4 cartones de cigarrillos para vender y no restringen la edad de sus compradores, ya que se observó ventas a escolares.
(Imagen referencial)