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Estudio revela forma en la que opera la venta de cigarrillos de contrabando en Calama

Investigación se concentró en el sector de una feria rotativa de Calama y arrojó, entre otros, que cada comerciante informal llega a vender 500 cajetillas el fin de semana,

La venta de cigarrillos de contrabando es un ilícito que va en aumento, generando una importante pérdida tributaria para las arcas nacionales, debido a la evasión de impuestos. Según datos de la encuesta «Pack Swap 2021» realizada por el centro de medición Mide UC, perteneciente a la Pontificia Universidad Católica, el 20,5% de los cigarrillos que se consumen en el país son ilegales, donde el norte acumula el 15,2% del volumen ilícito sobre el total nacional.

Además, el 46,4% de los cigarrillos que consumen los fumadores de la zona norte corresponde a producto de contrabando, alcanzando la cifra más alta a nivel país.

Entre las ciudades del norte en el que se registra un aumento de esta venta y consumo está Calama. Ello motivó a la empresa ALTO, quien desde 2017 elabora estudios sobre el contrabando de cigarrillos, a realizar una investigación en terreno que permitiera dar luces de cómo opera este ilícito en la ciudad.

Álvaro Fuenzalida Maturana, jefe de delitos de alta complejidad de la empresa ALTO comentó que la investigación se llevó a cabo un fin de semana (12 y 13 de marzo) y se concentró en los sectores donde se instala la feria rotativa.

«Como empresa estamos haciendo estudios de delitos emergentes como éste y vamos viendo dónde se están produciendo y dónde tienen su concentración», explica Fuenzalida quien agrega que es la primera vez que se efectúa este tipo de estudios en la ciudad.

Respecto a la modalidad que se utilizó para esta investigación, el jefe de delitos de alta complejidad de dicha empresa, señaló que fue íntegramente de observación en terreno, la que estuvo a cargo de personal especializado en la materia.

Resultados
Entre los resultados obtenidos está el que los vendedores de este tipo de productos se ubican a lo largo de toda la feria, uno cada tres cuadras aproximadamente y que la venta comienza a las 10 horas y están hasta el cierre de la feria.

Explican además que disponen de los cigarrillos ilícitos a la vista en cartones y cajetillas sobre cajas. También los guardan en bolsas de supermercado o cajones plataneros.

Otro dato relevante y que reafirma el alto porcentaje de personas que consumen cigarros provenientes del mercado negro, es que cada comerciante informal puede llegar a vender hasta 500 cajetillas por fin de semana y cuyos precios oscilan entre los $600 y $2.500.

En su gran mayoría, estos comerciantes informales mantienen puestos con toldos y otros accesorios y puede haber uno y hasta tres vendedores. Algunos de ellos también comercializan medicamentos, zapatos y ropa usada, entre otros productos.

El estudio logró determinar también que el 65% de los vendedores son de nacionalidad boliviana, el 19% son chilenos y el 14,5% son comerciantes de nacionalidad peruana.

Sobre cómo se abastecen hay diferentes modalidades, algunos compran en Iquique, Arica e incluso en comunas de Santiago. La gran mayoría compran por pacas (que en promedio pueden contener hasta 50 cartones de cigarros) y venden al por mayor o al detalle y sólo reciben pago en efectivo.

En el caso de la feria rotativa de los días sábados, que se ubica en calle Brasilia, se logró observar que uno de los comerciantes tiene un centro de acopio en una vivienda cercana al lugar.

En tanto, el estudio detalla que, «se observa presencia policial en las periferias de la feria, pero no ingresan a fiscalizar. No se observa inspectores municipales ni Seguridad Ciudadana».

Por último se especifica que, «se realizó una solicitud a la Municipalidad de Calama sobre los permisos de venta en estas ferias libres. Como respuesta, la secretaria del Departamento de Inspección indicó no poder entregar la información requerida respecto de permisos, extensión y horarios, entre otros puntos».

Visibilización
Sobre el objetivo que busca esta investigación del comercio informal de cigarrillos, Álvaro Fuenzalida Maturana, jefe de delitos de alta complejidad de la empresa ALTO dijo que eran varios.

«Uno, es visibilizar el problema; segundo, entender que detrás de esto hay organizaciones criminales que se dedican a este ilícito, no es la persona (vendedor) la que trae cigarros desde los países vecinos, son organizaciones criminales que se dedican a este tema», detalló.

Finalmente dijo que otro de los objetivos es, «es poder hacer entender, tanto a la ciudadanía como a la autoridad, lo que significa en términos económicos esta evasión de impuesto del ingreso de cigarrillos de contrabando a nuestro país», puntualizó. En los últimos años, el Congreso ha promulgado leyes para combatir el comercio ilícito: a través de la modificación a la Ley de Ordenanza de Aduanas, que permite sancionar delitos de fraude y contrabando con penas que pueden incluso llegar a la cárcel, y la nueva Ley que sanciona el comercio ilegal, que persigue la asociación ilícita para poder desbaratar bandas de crimen organizado dedicadas a este delito.

Sin embargo, tanto el estudio de Mide UC , como el de la empresa ALTO demuestran que el volumen del contrabando no ha variado significativamente desde el 2019, cosa que es resaltada por la presidenta del Observatorio de Comercio Ilícito (OCI), Verónica Pérez

«Si bien cada vez contamos con mayores marcos regulatorios para luchar contra el contrabando, es necesario generar las condiciones para que estas leyes se puedan cumplir. Vamos por un buen camino, pero aún queda mucho por hacer», concluyó Pérez.

Fuente: El Mercurio de Calama