Luego de más de un mes de investigación, tras un llamado de alerta al 133, personal policial logró decomisar más de 135 mil cajetillas provenientes del extranjero que eran acopiadas en los domicilios allanados que funcionaban como bodegas.

«Estos domicilios se encontraban adecuados o modificados como bodegas, los cuales servían de acopio de estos productos de contrabando. La procedencia de estos cigarrillos es desde el extranjero», dijo el capitán de Carabineros Gabriel Bustamante.

El avalúo comercial de los productos incautados llegó a los 330 millones de pesos, alrededor de medio millón de dólares y en las diligencias fue detenida una mujer acusada de la distribución de estos cigarros.